Querido lector, si tienes menos de 40 años, lamento informarte que tus “aportaciones a la Seguridad Social” tienen el mismo valor que un décimo de lotería comprado en febrero: ilusión y nada más.
La famosa “caja de las pensiones” no es una caja, ni guarda nada, ni tiene futuro. Es una especie de hucha mágica gestionada por políticos que no han ahorrado ni para sus trajes. Una estafa intergeneracional diseñada para mantener a los jubilados tranquilos mientras se exprime a los trabajadores hasta dejarles el bolsillo seco y el alma en ERTE.
Las cifras del desastre
Según los propios datos del Ministerio de Inclusión y otras ironías, por cada pensionista en 2050 habrá apenas 1,3 trabajadores activos. Y eso con suerte, sin pandemias, guerras, ni más gobiernos de Sánchez.
Mientras tanto, el gasto en pensiones ya se lleva el 40% del presupuesto del Estado. O sea, que el Estado trabaja más para pagar jubilaciones que para invertir en futuro. Y si alguien lo cuestiona, lo tachan de facha, liberal, tecnócrata, o peor: economista.
Veamos esos números sexys
- Gasto anual en pensiones: 190.000 millones de euros (y subiendo como la espuma del café del Congreso).
- Número de pensionistas en 2025: 9,2 millones.
- Población activa real cotizante: 17 millones (de los cuales, muchos con contratos de meme).
- Edad real de jubilación: 67 años (y subiendo más que la inflación del pan).
Soluciones mágicas de los politicastros
¿Y qué hace el Gobierno? Pues lo que mejor sabe: subir las cotizaciones, inventarse nuevos impuestos y repetir el mantra de “la pensión está garantizada” como si fuera un hechizo de Hogwarts. Pero aquí no hay magia. Solo parches.
Las pensiones se salvan a base de tirar de deuda. Deuda que tú, yo y tus nietos pagaremos a través de recortes, inflación y más años trabajando. Hasta los 70. O hasta que te fundas, como bombilla de Ikea.
Mientras tanto…
Los partidos se pelean por prometer subidas de pensiones en campaña. Porque los jubilados votan. Y votan en masa. Mientras que tú, joven precario con contrato de tres días, bastante tienes con no morir de ansiedad.
RUGGERO DICE: El Estado español te promete una pensión… como el camello de la esquina te promete que su mercancía “es pura”. Ambos mienten, pero el camello al menos no te embarga si no cotizas.
Conclusión: Sálvese quien pueda
La única manera de asegurarte una pensión digna en España es heredar tres pisos, abrir un OnlyFans de pies, o emigrar a Noruega. Porque aquí, cotizar 40 años solo garantiza que acabarás cobrando lo justo para sobrevivir entre Mercadona y la farmacia de guardia.
Y todo mientras los mismos que han vaciado la hucha de las pensiones se pasean por Bruselas cobrando 20.000 euros al mes con dietas aparte. Ellos sí que tienen jubilación. Tú tienes esperanzas. Y una app de la Seguridad Social que no funciona.
Gracias, desgobierno. No te merecemos.
